Xi Jinping, arquitecto visionario de la paz y el desarrollo mundiales
En el majestuoso edificio de conferencias de la sede de las Naciones Unidas en la ciudad de Nueva York, una resplandeciente vasija de bronce de 65 pulgadas (cerca de 165 centímetros) de altura brilla bajo una tenue luz, con su esmalte cloisonné deslumbrando en un vibrante rojo chino.
El «Zun de la Paz», obsequiado por el presidente chino, Xi Jinping, en septiembre de 2015 como regalo especial con motivo del 70º aniversario de las Naciones Unidas, no es solo un delicado objeto. Encarna la aspiración y la convicción del pueblo chino de buscar la paz, el desarrollo, la cooperación y resultados beneficiosos para todos, declaró Xi en su presentación.
Una década después, mientras el máximo líder chino viaja a Moscú para celebrar el 80º aniversario de la victoria en la Gran Guerra Patriótica, su presencia lleva el peso de la historia y reafirma una visión de futuro.
Al frente de una nación que siempre ha aspirado a la paz y la armonía en su larga historia y que se ha fortalecido aún más por sus batallas contra el militarismo, el imperialismo y el fascismo en su pasado reciente, Xi posee una visión única del valor de la paz y ha defendido firmemente la construcción de un mundo pacífico, una causa de gran urgencia dadas las tensiones y los conflictos en el panorama mundial actual.
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ASPIRACIÓN A LA PAZ
Xi ve la historia como un espejo del que la humanidad debe extraer lecciones para evitar que se repitan las calamidades del pasado.
Este año se conmemora el 80º aniversario de la victoria en lo que en China se conoce comúnmente como la Guerra Mundial Antifascista o, más globalmente, como la Segunda Guerra Mundial. Casi todo el mundo estuvo involucrado, y más de 100 millones de personas murieron o resultaron heridas en lo que se describió como el conflicto más destructivo de la historia de la humanidad.
El pueblo chino contribuyó con su valentía y tremendo sacrificio a la derrota del Japón fascista y ofreció un apoyo estratégico a los Aliados en los campos de batalla de Europa y el Pacífico.
«La historia nos ha instado a mantenernos en alerta máxima ante la guerra, que, como un demonio y una pesadilla, traería desastre y dolor al pueblo», dijo Xi en una ocasión.
«La historia también nos ha instado a preservar la paz con sumo cuidado, ya que la paz, como el aire y la luz del sol, apenas se percibe cuando la gente se beneficia de ella, pero ninguno de nosotros puede vivir sin ella».
Esta observación histórica ocupa un lugar destacado en la incansable búsqueda de la paz por parte de Xi. El presidente chino ha reiterado repetidamente el compromiso de su país con el desarrollo pacífico, prometiendo que China nunca buscará la hegemonía, la expansión ni ninguna esfera de influencia, por muy fuerte que se convierta.
Durante una visita a Francia en 2014, Xi reformuló la metáfora de Napoleón de China como un «león dormido» que sacudiría al mundo al despertar. «Ahora China, el león, ha despertado. Pero es un león pacífico, amigable y civilizado», dijo Xi al ilustrar la dimensión pacífica del sueño chino.
La filosofía de Xi proviene de la milenaria cultura china. Ávido lector de clásicos tradicionales chinos, en una ocasión expuso cómo la antigua sabiduría china ve la guerra y la paz citando «El arte de la guerra», un clásico chino escrito hace más de 2.000 años.
El mensaje clave del libro «es que se deben hacer todos los esfuerzos posibles para prevenir una guerra y que se debe tener mucha cautela cuando se trata de librar una guerra», dijo Xi durante un discurso en la Oficina de las Naciones Unidas en Ginebra en 2017.
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La visión de Xi sobre la prudencia en la guerra también se refleja en sus intercambios con líderes y funcionarios extranjeros.
«Es bien sabido que los verdaderos expertos en asuntos militares no quieren emplear medios militares para resolver los problemas», dijo Xi, citando un aforismo chino durante su reunión con el entonces secretario de Defensa estadounidense James Mattis en Beijing en 2018.
Una clara manifestación de la reflexión de Xi es atesorar la historia y honrar a los héroes. «Una nación de esperanza no puede existir sin héroes», dijo Xi en una ocasión. Cada año, desde 2014, Xi ha rendido homenaje a los héroes caídos de China en el Día de los Mártires, que se celebra el 30 de septiembre, un día antes del Día Nacional del país.
En 2015, cuando China celebró el 70º aniversario de su victoria en la Segunda Guerra Mundial, Xi entregó medallas a los veteranos chinos y a los representantes de Rusia y otros países que ayudaron a los soldados chinos en los campos de batalla.
Nikolai Chuikov, nieto del mariscal general soviético Vasily Chuikov, estuvo entre quienes recibieron la medalla de la paz de manos de Xi. «De todos los honores que he recibido, por el que más respeto siento es por la medalla de la paz», declaró Chuikov.
ANTORCHA DEL MULTILATERALISMO
Bajo el liderazgo de Xi, China se ha adherido a una política exterior independiente y de paz, ha desempeñado un papel activo en las misiones de mantenimiento de la paz de la ONU y ha consolidado sus amistades y asociaciones con países de todo el mundo.
A medida que el hegemonismo y el proteccionismo vuelven a asomar sus feas cabezas, el mundo se ve atenazado por una serie cada vez más compleja de desafíos e incertidumbres. Para Xi, la única salida es practicar un verdadero multilateralismo. En una ocasión comparó el multilateralismo con una antorcha que puede iluminar el camino de la humanidad.
El presidente chino ha instado constantemente a la comunidad internacional a salvaguardar el sistema internacional centrado en las Naciones Unidas, forjado tras la Segunda Guerra Mundial y anclado en el derecho internacional.
«Debemos promover el multilateralismo, cuya esencia central es que los asuntos internacionales deben decidirse mediante consultas entre todos los países, y no por un país o unos pocos países», afirmó.
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Xi, firme defensor del verdadero multilateralismo, ha guiado a China a lo largo de los años en la adopción de un papel proactivo y constructivo a la hora de abordar cuestiones candentes a nivel regional y mundial.
Para poner fin cuanto antes a la crisis ucraniana, Xi ha presentado una propuesta de cuatro puntos, en la que subraya que deben respetarse la soberanía y la integridad territorial de todos los países; observarse los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas; tener debidamente en cuenta las legítimas preocupaciones de seguridad de todos los países, y apoyar todos los esfuerzos conducentes a la resolución pacífica de la crisis.
Bajo el liderazgo de Xi, China ha llevado a cabo esfuerzos de diplomacia itinerante y mediación para promover las conversaciones de paz. China y Brasil, junto con algunos países del Sur Global, crearon el Grupo de Amigos por la Paz sobre la crisis de Ucrania en las Naciones Unidas.
El presidente chino también ha promovido la paz y la estabilidad en la región de Oriente Medio. Con la mediación de China, Arabia Saudí e Irán acordaron en marzo de 2023 restablecer las relaciones diplomáticas tras un paréntesis de siete años. En el periodo previo a las negociaciones, Xi habló por separado con los líderes de ambos países.
Durante una conversación telefónica con Xi poco después de lograrse el avance, el príncipe heredero y primer ministro saudí, Mohammed bin Salman Al Saud, aplaudió el papel cada vez más importante y constructivo de China en los asuntos regionales e internacionales.
Ante la amenaza de conflicto en el horizonte, Xi ha defendido un enfoque transformador de la seguridad colectiva. En mayo de 2014, articuló una visión de seguridad común, integral, cooperativa y sostenible para Asia. Ocho años después, presentó al mundo la Iniciativa para la Seguridad Global.
«Nosotros, como humanidad, vivimos en una comunidad de seguridad indivisible», dijo Xi, abogando por el diálogo frente a la confrontación, la asociación frente a la alianza y los resultados de beneficio mutuo frente a los enfoques de suma cero.
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LA «LLAVE DE ORO» DEL DESARROLLO
Una paz mundial duradera sigue siendo una de las mayores aspiraciones de la humanidad. Para Xi, la paz y el desarrollo son inseparables. En una ocasión observó que el árbol de la paz no crece en tierra estéril y el fruto del desarrollo no se produce entre las llamas de la guerra.
En vista de las relaciones entrelazadas, Xi insiste en que la «llave de oro» para un futuro seguro y estable es avanzar en el desarrollo sostenible.
Desde que asumió la presidencia de China, Xi ha situado el desarrollo como un pilar de su visión de construir un mejor futuro de la humanidad. Las iniciativas que ha propuesto a este respecto, en particular la Iniciativa de la Franja y la Ruta y la Iniciativa para el Desarrollo Global, sirven de puentes para fomentar el desarrollo común mediante una colaboración más amplia.
China ha proporcionado ayuda al desarrollo a más de 160 países y la cooperación sobre la Franja y la Ruta ha implicado a más de 150 países. En el marco de la Iniciativa para el Desarrollo Global, China ha movilizado cerca de 20.000 millones de dólares en fondos para el desarrollo y ha puesto en marcha más de 1.100 proyectos, impulsando el crecimiento y la modernización de muchos países, en particular los países en desarrollo.
«China está compartiendo su experiencia de desarrollo con otros países a través de sus iniciativas de desarrollo, que han ayudado a promover el desarrollo común», declaró Straton Habyarimana, analista económico ruandés.
«Dado que estas iniciativas están centradas en las personas, abordan desafíos clave como la inseguridad alimentaria y la pobreza» y han contribuido a aliviar las tensiones entre países, añadió.
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ACTUALIZACIÓN DEL ORDEN MUNDIAL
Ubicado al lado del río Huangpu en Shanghai, el Nuevo Banco de Desarrollo fue fundado por cinco países BRICS en 2014 para proporcionar apoyo financiero a los Estados miembros, con el fin de reforzar las infraestructuras de transporte, las energías limpias y las infraestructuras digitales.
Cuando Xi visitó el banco hace unos días, vio algo más que una mera institución financiera. Lo describió como una «iniciativa pionera para la unidad y la autosuperación del Sur Global», subrayando un compromiso permanente con la construcción de un orden internacional más justo y equitativo.
Los países BRICS están a la vanguardia del Sur Global. Xi ha impulsado personalmente la histórica expansión del grupo BRICS en 2023 para crear una unidad más fuerte entre el Sur Global. La ampliación, según el presidente chino, reforzaría aún más las fuerzas en favor de la paz y el desarrollo mundiales.
Los países en desarrollo siguen estando infrarrepresentados en el sistema de gobernanza global, dominado por Occidente desde hace tiempo. China sostiene que solo cuando el ascenso de los mercados emergentes y los países en desarrollo se refleje en el sistema de gobernanza global, el desarrollo mundial será más equilibrado y la paz mundial estará más firmemente asentada.
Durante la Cumbre del Grupo de los Veinte celebrada en Bali (Indonesia) en 2022, Xi apoyó abiertamente la adhesión de la Unión Africana a este importante mecanismo multilateral, convirtiendo a China en el primer y más firme defensor de la voz africana en la gobernanza global.
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En los últimos años, Xi ha propuesto la Iniciativa de la Franja y la Ruta, la Iniciativa para el Desarrollo Global, la Iniciativa para la Seguridad Global y la Iniciativa para la Civilización Global como bienes públicos globales clave a fin de crear un sistema de gobernanza global más justo y equitativo.
El exsecretario general de la ONU Ban Ki-moon, que recibió el «Zun de la Paz» de manos del presidente chino en nombre de las Naciones Unidas hace 10 años, dijo que las iniciativas de China para promover la paz y el desarrollo mundiales son inseparables de la visión de futuro de Xi.
«China está desempeñando un papel cada vez más importante en la escena mundial, y Xi ha demostrado un liderazgo proactivo y crucial», dijo Ban. «Siempre cree que a China solo le puede ir bien cuando al mundo le va bien, y cuando a China le vaya bien, el mundo irá aún mejor».
En palabras del propio Xi, «cuanto mayor sea la fuerza de China, mayor será la esperanza de la paz mundial».