UBA potencia estudios sobre China: «Necesitamos pensar nuestra propia agenda estratégica»
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El creciente interés por comprender a China en América Latina ha llevado a la Universidad de Buenos Aires (UBA) a crear el Observatorio Latinoamérica-China (OLAC), un think tank dedicado a investigar y analizar la agenda estratégica birregional. Según sUBA potencia estudios sobre China: «Necesitamos pensar nuestra propia agenda estratégica»
El creciente interés por comprender a China en América Latina ha llevado a la Universidad de Buenos Aires (UBA) a crear el Observatorio Latinoamérica-China (OLAC), un think tank dedicado a investigar y analizar la agenda estratégica birregional. Según su director, Patricio Conejero, esta iniciativa responde a la «necesidad de profundizar nuestro conocimiento» sobre un actor geopolítico clave y construir una relación «más inteligente» desde la perspectiva latinoamericana. En conversación con Efecto China, Conejero, quien también es secretario de Relaciones Internacionales de la UBA, detalló que la cooperación académica con instituciones chinas no es nueva, con más de dos décadas de historia. Sin embargo, la creación del OLAC en 2023 busca ir más allá de la sinología tradicional. «Nos interesa estudiar China en el marco de la relación con América Latina», afirmó, destacando que el objetivo no es solo entender a China «en sí misma», sino en su interacción con la región. El observatorio se enfoca en seis ejes estratégicos que considera cruciales para el futuro: ciencia y tecnología, educación superior, modernización china, economía digital, transición energética y cultura. La brecha entre socio comercial y socio científico Uno de los hallazgos más relevantes del observatorio es la marcada asimetría en la relación. Mientras China se ha consolidado como el primer o segundo socio comercial para casi todos los países de la región, su rol como socio científico es aún marginal. «Si bien China ocupa un lugar preponderante como socio económico, como socio científico de América Latina todavía tiene un lugar muy relegado», explicó Conejero. Citando un estudio reciente, señaló que China se ubica entre el puesto 15 y 20 en la coproducción de conocimiento científico con la región. «Ahí, sin duda, tenemos un desafío», subrayó. Esta brecha es una «pérdida de oportunidad» para América Latina. Para Conejero, la región debe diseñar una agenda estratégica propia que condicione el comercio a una mayor transferencia de tecnología y al desarrollo de capacidades locales. «Tenemos que pensar cómo hacer para que la relación con China implique un aumento de las capacidades tecnológicas locales, para no convertirnos simplemente en exportadores de recursos naturales», sentenció. El rol de la tecnología en la imagen de China Otro punto destacado por el director del OLAC es el poder de la tecnología como principal activo de la política exterior china. Según encuestas de percepción realizadas por la institución, la imagen de China en América Latina está fuertemente ligada a su capacidad de producir y exportar bienes tecnológicos. «El principal motor de su desarrollo económico es, al mismo tiempo, uno de los principales elementos de construcción de imagen de China», indicó Conejero. Esta percepción positiva convive, sin embargo, con un «desconocimiento muy grande» sobre la academia y la sociedad china, una barrera que, junto al idioma, dificulta una colaboración más profunda. El observatorio busca cerrar esta brecha, involucrando no solo a sinólogos, sino a especialistas de diversas áreas como tecnología, energía y economía digital, para que desarrollen sus agendas de investigación en conexión directa con sus pares chinos y así fomentar un diálogo más simétrico y productivo. Read more