Carlos Ominami: «La relación entre el poder político y económico es inescapable»
El exministro Carlos Ominami (Partido Socialista) aseguró en El Primer Café que «la relación entre el poder político y el poder económico es inescapable» debido a una serie de razones.
El extitular de Economía (1990-1992) estuvo esta mañana en Cooperativa en su rol habitual de panelista de El Primer Café de los días jueves: por coincidencia, un día después de que su hijo, Marco Enríquez-Ominami, fuera absuelto en el caso SQM, causa que se extendió a lo largo de una década.
«Respecto del veredicto, simplemente hay que leer la contundencia de los argumentos que allí se dieron», y que dan cuenta de que «se vulneró una norma fundamental, que es el debido proceso», planteó Ominami, que evitó profundizar adicionalmente en el caso específico, en que él también estuvo imputado, pero fue sobreseído -por prescripción- en el año 2016.
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«Yo dejo las cosas hasta ahí (respecto a SQM) y voy a una discusión más general: yo creo que la relación entre el poder político y el poder económico es inescapable, y es inescapable por lo menos por tres vías», afirmó el también exsenador.
«La evaluación que hagan los ciudadanos respecto de la política tiene mucho que ver con el funcionamiento de la economía. Si la economía anda bien, la probabilidad de que el juicio ciudadano respecto a la política sea más favorable es enorme. Y el hecho de que la economía ande bien depende mucho del comportamiento del mundo empresarial: de si invierte, si no invierte, si tiene una conducta diligente o está arrastrando los pies porque no le gustan las definiciones de política económica que un determinado Gobierno está adoptando. Ahí hay un primer nivel macroeconómico donde la relación es evidente», explicó el hoy presidente del directorio de la fundación Chile 21.
«Hay también una relación que es funcional: las decisiones que toma el Estado respecto de determinadas regulaciones afectan al sector privado, y es natural, entonces, que el sector privado busque también presionar, argumentar a favor de determinadas normas que, según ellos, permiten un funcionamiento más fluido de la economía y de la inversión. Ahí hay un segundo nivel de vinculación», continuó.
En tercer lugar, dentro de los factores de esta relación, «están los temas de financiamiento de la política, y yo creo que, afortunadamente, se han ido clarificando, y se estableció el principio de que no son las empresas las que votan, y que las donaciones tienen que hacerse a título personal», recordó.
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De todo este panorama, «yo creo que la gran conclusión que surge es que el Estado tiene que ser muy diligente respecto de la transparencia, de que quede claramente establecido cuáles han sido los argumentos que llevaron a tomar tal o cual decisión, y que el Estado debe velar también para que los mercados funcionen adecuadamente, no estén monopolizados y, por falta de transparencia, se tomen decisiones que terminan afectando a uno u otro sector».
De cualquier manera, insistió Carlos Ominami a modo de conclusión: «Las relaciones entre la política y la economía son absolutamente inescapables, muy directas y muy fundamentales. Digamos las cosas como son».