El trabajo doméstico reduce aún más el ingreso real de las mujeres
Las mujeres perciben de media en el mundo un 61% de la remuneración por hora que obtienen los hombres en el trabajo formal, pero además asumen la mayor parte de las labores domésticas, de forma que si se tienen en cuenta esas tareas el porcentaje se reduce al 32%, según el Laboratorio Mundial de la Desigualdad (WIL).
En su Informe sobre la Desigualdad Global publicado este miércoles, el WIL explica que cuando se tienen en cuenta esas tareas domésticas las mujeres trabajan una media de 53 horas a la semana, frente a las 43 de los hombres.
Eso limita las oportunidades de las primeras en el mercado de trabajo, ya que el tiempo que tienen que dedicar a las labores del hogar recorta el que les queda disponible para el empleo remunerado, pero también para formarse o para el avance de la carrera.
Son los hombres los que se han beneficiado mayormente de la reducción del tiempo de trabajo y eso ilustra que los progresos en este terreno no se han traducido automáticamente en una mayor paridad de género.
En las últimas décadas se han registrado grandes avances en la escolarización y en la educación de las mujeres en casi todo el mundo, lo que se traduce en que en secundaria alumnas y alumnos están prácticamente en porcentajes parejos.
Sin embargo, en el mercado de trabajo las cosas siguen siendo netamente diferentes y la brecha persiste, empezando por el hecho de que las mujeres representan únicamente el 39% de las horas trabajadas en empleos remunerados, aunque al final hagan el 55% de todas las horas de trabajo.
Y los ingresos de las que tienen un empleo son el 71% de los de los hombres en esas mismas condiciones.
El autor principal del informe, el economista mexicano Ricardo Gómez Carrera, indicó EFE que en algunas regiones del mundo, en concreto en Latinoamérica, Norteamérica, Europa, Oceanía, Rusia y Asia central, la brecha de género se ha reducido pero sólo cuando se tiene en cuenta el trabajo remunerado.
Gómez Carrera hace hincapié en que pese a esas evoluciones, en esas regiones las mujeres perciben en el mejor de los casos hasta el 40% de los ingresos: «O sea, que estamos lejos de la paridad. Y en las regiones más rezagadas, no se llega ni siquiera al 20%».