Experta: El votante obligado va a estar observando durante el último mes
A pocas semanas de enfrentar la primera vuelta presidencial, el panorama electoral chileno se mantiene tenso y complejo, en especial por la existencia de un segmento de votantes que aún no ha tomado una decisión firme.
En entrevista con Lo Que Queda Del Día de Cooperativa este lunes, Paulina Valenzuela, directora de la Asociación de Investigación de Mercados y Opinión Pública en Chile, destacó que este escenario no ha variado de forma sustancial.
«Las tasas de los porcentajes de gente que dice no saber o no estar decidido o que votaría nulo o blanco, siguen bajo en algunas encuestas y otras que reportan un poco mayor, pero en general varían como entre 5 y 15%», afirmó la socióloga especializada en opinión pública.
Estos votantes indecisos, o «desafectados» como los describe Valenzuela, representan una porción del electorado que no está tan politizado o ideologizado. Su decisión final podría inclinarse en los últimos momentos, lo que introduce una gran cuota de incertidumbre en el proceso.
«Aquí sabemos que si tenemos un 20% de indecisos, esos perfectamente pueden mover la aguja (en el resultado electoral), porque (...) están en otro lugar en términos de cómo de cómo ellos van a construir su elección», explicó la también socia fundadora de Datavoz.
Las clave del votante «desafectado»
Asimismo, dio cuenta en Cooperativa que este grupo de votantes se caracteriza por su bajo interés en la política, lo que los hace menos permeables a los mensajes tradicionales y más propensos a la indecisión hasta el último minuto.
«Este grupo de los desafectados, es el votante obligado que opina poco, que habla poco y que probablemente va a tomar la decisión muy cerca (de la misma elección)», afirmó Valenzuela, explicando la dificultad de predecir su comportamiento y la relevancia de los acontecimientos cercanos al día de la elección.
Finalmente, dio cuenta de la dificultad de anticiparse con algún resultado en la primera vuelta, dado que los candidatos enfrentan «a un electorado muy diverso, algunos muy enojados, otros muy resignados y otros muy esperanzados».
«Entonces, es difícil la conexión. Y creo que eso es lo que hace tan difícil de predecir qué es lo que va a ocurrir en la primera vuelta», cerró la socióloga.