China lanzó maniobras militares en torno a Taiwán como «seria advertencia»
China anunció este martes que lanzó nuevas maniobras en torno a Taiwán con unidades del Ejército, la Armada, las Fuerzas Aéreas y la fuerza de cohetes para «acercarse a la isla desde múltiples direcciones» y «lanzar una seria advertencia a las fuerzas separatistas que buscan su independencia».
«Estos ejercicios se centran principalmente en patrullas de preparación para el combate marítimo-aéreo, ataques a objetivos marítimos y terrestres, y bloqueos en zonas clave y rutas marítimas para poner a prueba la capacidad de operaciones conjuntas de nuestras tropas», señala un comunicado del Comando del Teatro Oriental de Operaciones publicado en su cuenta oficial de la red social WeChat.
Los ejercicios tienen lugar después de que el presidente taiwanés, William Lai, tachado de «independentista» y «alborotador» por el Gobierno chino, definiese a China como una «fuerza externa hostil» y anunciase iniciativas para frenar las operaciones de «infiltración» de Pekín contra la isla.
Según el coronel Shi Yi, portavoz del Comando, los ejercicios pretenden lanzar una «seria advertencia» y tienen el objetivo de «disuadir a las fuerzas separatistas que buscan la independencia de Taiwán».
«Son, además, una medida legítima y necesaria para salvaguardar la soberanía y la unidad nacional de China», agrega Shi en el comunicado.
Por su parte, la portavoz de la Oficina de Asuntos de Taiwán del Consejo de Estado (Ejecutivo chino) Zhu Fenglian aseguró que los ejercicios son «un firme castigo» contra las «flagrantes provocaciones» de Lai y una «seria advertencia» a las «fuerzas separatistas que intentan socavar la paz».
«La 'independencia' de Taiwán significa la guerra y buscarla implica empujar al pueblo taiwanés a una situación peligrosa», agregó Zhu, según recoge la agencia estatal Xinhua.
Duro discurso de Lai contra China
Lai pronunció la semana pasada uno de sus discursos más duros contra China como presidente, anunciando 17 medidas -entre ellas, la reinstauración de los tribunales militares o la revisión estricta de las visitas de ciudadanos chinos a Taiwán- para contrarrestar la campaña de «infiltración» del Partido Comunista chino (PCCh) en territorio taiwanés.
Además, catalogó por primera vez a China como una «fuerza externa hostil», lo que fue interpretado por algunos analistas como un cambio en las políticas defendidas por su antecesora y como un intento de modificar el estatus jurídico de Taiwán.
En respuesta, la prensa estatal china arremetió contra el presidente taiwanés, acusándolo de «destruir la paz», de «provocar» a China y de «silenciar a aquellos que abogan por el desarrollo pacífico de las relaciones a través del estrecho de Taiwán».
«Sus acciones están llevando a Taiwán hacia un peligroso precipicio. Lai está arriesgando imprudentemente la seguridad y el bienestar de los 23 millones de taiwaneses», denunció Xinhua en un editorial publicado el pasado sábado.
Taiwán se gobierna de forma autónoma desde 1949 bajo el nombre de la República de China y cuenta con unas Fuerzas Armadas y un sistema político, económico y social diferente al de la República Popular China, destacando como una de las democracias más avanzadas de Asia.
Sin embargo, Pekín siempre ha visto a Taiwán como una «parte inalienable» del territorio chino y no ha descartado el uso de la fuerza para concretar la «reunificación» de la isla y el continente, uno de los objetivos trazados por el presidente chino, Xi Jinping, tras su llegada al poder en 2012.