«Ayudamos mucho a Israel»: Trump justifica aranceles ante Netanyahu
En un encuentro celebrado este lunes en la Casa Blanca, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, anunció que Israel eliminará los aranceles y otras barreras comerciales para las importaciones provenientes de Estados Unidos.
El anuncio se produce en un contexto de creciente tensión por la guerra comercial global impulsada por la administración de Donald Trump, que ha afectado incluso a aliados tradicionales.
Durante un encuentro con la prensa en el Despacho Oval de la Casa Blanca, Trump mostró aprecio por las palabras de Netanyahu. Sin embargo, no confirmó si retirará el arancel del 17% que su administración impuso la semana pasada a productos israelíes.
«Puede que no (lo retire). No olviden que ayudamos mucho a Israel. Ya saben, le damos a Israel cuatro mil millones (de dólares) al año», respondió el mandatario cuando se le preguntó directamente sobre el tema.
«Les puedo decir lo que le he dicho al presidente de EE.UU.: 'vamos a eliminar el déficit comercial con Estados Unidos'», aseguró antes Netanyahu, quien aseguró que su Gobierno retirará aranceles y las «diversas barreras comerciales que se han impuesto innecesariamente», y que todo se hará «rápidamente».
El primer ministro israelí afirmó que su país «puede servir de modelo para muchos países que deberían hacer lo mismo». «No hablamos de intenciones. No hablamos solo de palabras. Hablamos de resultados», dijo Netanyahu, que se definió como un «defensor del libre comercio» que cree que «el libre comercio debe ser justo».
La guerra comercial de Trump
La postura de Trump se enmarca en su política de proteccionismo económico, que incluye la imposición de aranceles globales del 10% y tasas aún más altas para China y la Unión Europea (UE). Estas medidas han generado fuertes pérdidas en los mercados y críticas por parte de líderes internacionales.
En la comparecencia con Netanyahu, Trump dijo que no está «contemplando» una pausa para los aranceles y volvió a insistir en la importancia que tienen también para él los «aranceles no monetarios», en los que incluyó las regulaciones de la UE o la depreciación de divisas de las que acusó a países como Japón y Corea del Sur.
El presidente estadounidense se ha mostrado abierto a negociar su agresiva política arancelaria -la más amplia en casi un siglo- pero, hasta ahora, no ha eximido a ningún país de los nuevos impuestos, incluso aquellos que, como Israel, han mostrado disposición a reducir sus propias barreras comerciales.