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* Por Fabián Pizarro, periodista y director proyecto «Efecto China» de Cooperativa El reciente proyecto astronómico entre la Universidad Católica del Norte y el Observatorio Nacional Astronómico de China, conocido como TOM (Transitory ObjectAstronomía y soberanía: Chile no debe ceder ante presiones externas
* Por Fabián Pizarro, periodista y director proyecto «Efecto China» de Cooperativa El reciente proyecto astronómico entre la Universidad Católica del Norte y el Observatorio Nacional Astronómico de China, conocido como TOM (Transitory Object Monitoring), representa una buena oportunidad para Chile. Situado en el Cerro Ventarrones, en pleno desierto de Atacama, este observatorio busca estudiar fenómenos celestes de enorme relevancia, como supernovas y objetos cercanos a la Tierra. En un país que ya lidera la observación astronómica global, con condiciones climáticas extraordinarias, iniciativas como esta no sólo consolidan nuestro prestigio científico, sino que abren puertas a nuevas inversiones, tecnología e intercambio de conocimiento. La suspensión temporal del proyecto, tras advertencias y presiones de Estados Unidos sobre un presunto «uso dual» del observatorio —científico y militar—, es un lamentable retroceso ante presiones externas. Estados Unidos, que históricamente ha invertido en ciencia en Chile, ahora parece más interesado en obstaculizar avances si estos no pasan por sus filtros estratégicos. Esta actitud no sólo es paternalista, sino contradictoria con los principios de libre investigación y cooperación internacional que tanto promueve en otros foros. Es legítimo que Chile tome precauciones sobre cualquier inversión extranjera, pero también debe evitar caer en un juego de poder que le impida desarrollarse por temor a molestar a un actor global. China no es una amenaza en este contexto, sino un socio científico dispuesto a trabajar en un área en la que compartimos intereses y excelencia. Además, el proyecto TOM fue aprobado por las autoridades locales y académicas bajo procedimientos claros, lo que debiera bastar para garantizar su transparencia. En un comunicado, la embajada de China en Chile defendió cooperación astronómica con Chile y acusó «injerencias» de EEUU, específicamente imputa que el «recientemente, el nominado embajador de Estados Unidos en Chile, Brandon Judd, durante su comparecencia ante el Comité de RR.EE. del Senado del país norteamericano, desafió abiertamente la soberanía chilena y su derecho autónomo de elegir socios estratégicos, al afirmar que buscaría 'restringir el acceso de China a los recursos estratégicos chilenos'». Estados Unidos, si bien ha tenido un rol histórico en el desarrollo astronómico de Chile, no puede erigirse en árbitro de nuestras decisiones estratégicas. Acusar a China de intenciones ocultas sin pruebas concretas es una actitud que responde más a la lógica de la competencia geopolítica que al interés genuino por la seguridad regional. Chile debe fortalecer los mecanismos de evaluación y transparencia, sí, pero también defender con firmeza su derecho a elegir sus socios científicos. Hoy más que nunca necesitamos una política exterior y científica que no se subordine a juegos de poder ajenos, sino que responda a nuestros intereses y a nuestra proyección como líder en astronomía global. La astronomía no es un campo para la «guerra fría moderna», sino una herramienta para mirar al futuro —y para eso, debemos mirar al cielo con independencia, visión y audacia. China, como en tantos otros ámbitos, puede ser un aporte para nuestro país. Mirar las estrellas no debe convertirse en un campo de batalla. Debe seguir siendo una forma de pensar el futuro con independencia y visión. Read more