El nuevo presidente de Perú, José Jerí, tiene acusaciones de corrupción y de violación
Sin que nadie lo esperara y menos él mismo, el abogado y congresista de 38 años José Jerí se convirtió en el presidente interino de Perú durante la madrugada del viernes, tras un paso relativamente discreto por el Parlamento, pero con la gran mancha de una denuncia por violación a inicios de año, que se archivó hace dos meses.
Después de la destitución exprés de su predecesora, Dina Boluarte, unos minutos antes, el que hasta el jueves era presidente del Congreso juró el cargo «por todos los peruanos» y lució la banda presidencial en un discurso, en el que aseguró asumir con humildad la Presidencia «para instalar y dirigir un gobierno de transición, de empatía y de reconciliación nacional».
Reconoció que los ciudadanos «claman interés» de las autoridades, por lo que les ofreció «las disculpas del caso y una promesa de comenzar a sentar las bases de un país que permita, justamente, generar una reconciliación entre todos los peruanos».
A juicio del líder interino, la salida de la «crisis constante que parece no tener fin» en su país requiere «construir acuerdos mínimos» entre la clase política, por lo que instó a «sembrar esas bases el día de hoy».
Guerra a la delincuencia y elecciones de 2026
Asimismo, enfatizó que la «inseguridad ciudadana» es el principal mal que aqueja actualmente al Perú: «El principal enemigo está afuera, en las calles, las bandas criminales y las organizaciones criminales y como enemigos, debemos declararles la guerra», puntualizó Jerí, antes de prometer que se va «a ganar esa guerra».
Otro compromiso del gobierno de transición que -conforme a la Constitución- ejercerá hasta julio de 2026, es «garantizar, con transparencia, la legalidad y neutralidad del proceso electoral próximo», en alusión a los comicios generales que se celebrarán en abril de ese año.
Reiteró en ese sentido, que su gestión «estará orientada a esa declaración de guerra a la delincuencia, a garantizar un proceso electoral limpio, transparente, y la estabilidad del país».
Jerí es el séptimo mandatario de Perú desde 2016, tras Pedro Pablo Kuczynski (2016-2018), Martín Vizcarra (2018-2020), Manuel Merino (2020-2020), Francisco Sagasti (2020-2021) y Pedro Castillo (2021-2022), además de Boluarte.
Perfil del líder interino
El abogado milita desde 2013 en el partido derechista Somos Perú, formación en la que desempeñó varios cargos, y se postuló algunas veces a las elecciones municipales para entrar a la Municipalidad de Lima, pero no fue elegido.
Pese haber recibido apenas unos 11.600 votos en las elecciones parlamentarias de 2021, se convirtió en congresista al ser suplente del inhabilitado expresidente Martín Vizcarra (2018-2020) quien por su parte, había recibido más de 200.000 votos.
Este pequeño golpe de suerte le abrió las puertas del Congreso, y durante su periodo como parlamentario fue autor de numerosas leyes sobre temas como seguridad, empleo, economía, educación universitaria, salud pesca y deporte, entre otros.
Fue elegido para encabezar el Legislativo el 26 de julio de 2025, pese a que en ese momento seguía abierta una investigación por violación en su contra.
A nivel personal, es católico, y tiene pareja pero no está casado, y tampoco tiene hijos. Es muy activo en su cuenta de Instagram, donde se define como «abogado y animalista» y plasma de forma diaria sus actividades como presidente del Parlamento, algo que también hacía en su etapa anterior como congresista.
Las denuncias en su contra
Durante su periodo como congresista, medios locales revelaron que Jerí enfrenta acusaciones de corrupción por haber beneficiado un proyecto de la región de Cajamarca, todo esto en el marco de la Comisión de Presupuesto del Parlamento.
Pero el principal cuestionamiento sobre el nuevo presidente es la denuncia por violación sexual abierta en su contra en enero de 2025, donde una mujer lo acusó a él y a otro hombre de atacarla durante una reunión social el 29 de diciembre de 2024, caso que finalmente fue archivado en agosto por falta de evidencias.
Tras la resolución a su favor, Jerí celebró: «Se ha ratificado lo que ya había dicho, de que yo no tuve ningún tipo de participación, directa o indirecta; y se comprueba con ese pronunciamiento fiscal mi completa inocencia».
Pese al archivo de la denuncia, y poco antes de ser elegido presidente, la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos (Cnddhh) advirtió que «ningún funcionario con denuncias o cuestionamientos graves debería asumir la más alta representación del Estado».
«La Presidencia de la República no puede recaer en José Jerí, presidente del Congreso, quien fue denunciado por violación. El Perú necesita liderazgos con integridad. No más impunidad desde el poder», zanjó la organización.