Israel bombardeó Yemen y prometió más ataques, mientras hutíes callan sobre represalias
Israel bombardeó este jueves infraestructuras bajo control de los rebeldes hutíes en Yemen, como el aeropuerto de Saná y el puerto de Al Hodeida, en una operación que dejó al menos cuatro muertos y 21 heridos, y que dicho grupo calificó de «crimen sionista», si bien guarda silencio, de momento, sobre posibles represalias.
La aviación israelí lanzó un ataque «basado en información de inteligencia» contra infraestructuras utilizadas por los hutíes en el aeropuerto de Saná, las centrales energéticas de Hezyaz y Ras Kanatib y otras posiciones en los puertos de Hodeida, Salif y Ras Kanatib, en la costa oeste, según un comunicado militar israelí.
Israel asegura que estos objetivos eran utilizados por los hutíes para el contrabando de armas iraníes en la región, así como puerta de entrada de altos cargos del régimen de Irán.
Víctimas y daños colatelares
Pese a estas acusaciones, los hutíes acusaron a Israel de atacar instalaciones de uso civil y causar la muerte a cuatro personas y heridas a otras 21 sin ningún tipo de vinculación militar, cifras facilitadas en un balance preliminar por el Ministerio de Salud y Medio Ambiente controlado por los hutíes.
El portavoz político de la formación yemení, Mohamed Abdelsalam, afirmó en su cuenta oficial de X que «atacar el aeropuerto internacional de Saná y otras infraestructuras civiles es un crimen sionista contra todo el pueblo yemení».
En el momento del ataque contra el aeropuerto internacional de Saná, el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, se encontraba en la sala de espera para embarcar en un avión de la ONU tras finalizar su misión en el país.
Sin embargo, el bombardeo causó daños en la pista, la torre de control y el salón de salidas, así como la muerte de dos trabajadores de las instalaciones aeroportuarias y a un miembro de la tripulación del avión de la ONU, según informó el propio Ghebreyesus.
«Tendremos que esperar a que se reparen los daños en el aeropuerto antes de poder partir», agregó el máximo responsable de la OMS en su cuenta oficial de X.
Cruce de amenazas y represalias
Con el ataque, Israel asegura responder a los hutíes, quienes ayer por la tarde lanzaron un misil balístico y dos drones contra las ciudades israelíes de Tel Aviv y Ashkelon, el cuarto ataque contra territorio israelí en 24 horas pese a las crecientes advertencias de la última semana por parte de responsables israelíes de responder con «fuerza» a esas acciones.
Tras el ataque hutí de ayer, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, amenazó nuevamente a los hutíes con lanzar un fuerte ataque, advertencia que ya había realizado el pasado domingo.
Por su parte, el ministro israelí de Defensa, Israel Katz, también amenazó el martes con actuar contra ellos en el puerto de «Al Hodeida (en el mar Rojo), Saná y en todo Yemen» si no cesan sus ataques hacia Israel.
Después de que el Ejército israelí confirmara el ataque contra el Yemen, Netanyahu aseguró que Israel persistirá «hasta completar la tarea» de neutralizar a los hutíes de Yemen, a los que calificó como «el brazo terrorista de Irán».
Hasta el momento, los hutíes no han anunciado posibles represalias contra los bombardeos de esta jornada y guardan silencio al respecto, si bien su portavoz político, Mohamed Abdelsalam, afirmó que este ataque israelí «no impedirá que el Yemen apoye a Gaza», y remarcó que los insurgentes seguirán respaldando al pueblo palestino.
Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores hutí, Gamal Amer, hizo un llamado a la ONU y a otros organismos internacionales «para que penalicen tales acciones que contradicen los principios y leyes internacionales».
Por otro lado, la organización islamista palestina Hamás condenó hoy el ataque de la aviación israelí contra el Yemen y aseguró que se trata de una «flagrante violación» de su soberanía por parte de Israel, y llamó al mundo árabe e islámico a permanecer unido para hacer frente a sus «violaciones contra los pueblos de la región».