«Gato» Silva y su nueva aventura en España: «Esto no está muy lejano a la Segunda División chilena»
Es un día frio y lluvioso de invierno, pero el pequeño Estadio Municipal de La Puebla, en el sur de España, está abarrotado -cerca de 2.500 espectadores- para disfrutar del derbi contra el Montijo, pueblo separado por una sola calle, correspondiente a la quinta división del campeonato español.
A sus 39 años, y con la jineta de capitán, Francisco «El Gato» Silva encabeza la formación del equipo visitante, la Unión Deportiva Montijo, con el objeto de seguir escalando en la clasificación y avanzar en la profesionalización de un club cuyo alma es Germán Coregia, otro hombre vinculado a Sudamérica y el fútbol chileno.
«Vine aquí porque hay un proyecto profesional, grande, muy interesante, atractivo, que me llamaba la atención, donde se están haciendo todas las cosas muy bien, con gente muy profesional, muy capacitada, con gente muy cercana al jugador, muy respetuosa, y amable. Seguramente va a terminar en algo muy grande», explicó a la agencia EFE «El Gato» tras un frustrante empate a cero
«Me enfoqué un poco en lo que yo siempre he sido profesional 100%, me he dedicado esta profesión prácticamente toda mi vida. Y no va a cambiar mi forma de ser porque lo que dices tú, que (en esta liga) hay equipos (y jugadores) que no son sean profesionales», explica con modestia sobre su transición.
Silva fue campeón de América en 2015 y 2016 con la selección chilena, con la que jugó el Mundial de 2014 en Brasil. Vistió, entre varias, las camisetas de Universidad Católica; Osasuna de España; Brujas de Bélgica, Chiapas y Cruz Azul de México; e Independiente de Argentina,
Me he dedicado 100% a esta profesión
La misma humildad que destila cuando tiene que responder a una de las preguntas que más le hacen, tanto los jóvenes con los que comparte camarín como los aficionados: ¿Cómo es pasar de jugar en los escenarios más importantes del mundo a hacerlo en un pequeño estadio de césped artificial sin apenas gradas en una población de 5.000 habitantes?
«La verdad es que yo vengo de un lugar de Chile, por decirlo, de escasos recursos, pobre. Entonces para mí no, no es lejano jugar en un estadio que sea pequeño, con poca gente», argumenta «el gato», que siempre ha sido muy reacio a hablar con la prensa.
«No me incomoda porque me he dedicado 100% a esta profesión. Siempre trato de dar lo mejor, sobre todo en este proyecto que tenemos», insiste antes de alabar el ritmo competitivo y la calidad de los equipos, así como la intensidad de los duelos, pese a tratarse de la quinta categoría del fútbol español.
«Esto no está muy lejano a lo a lo que se juega en la Segunda División chilena. Quizá acá no es tan profesional porque algún equipo no entrenan todos los días, a diferencia de allá. Nosotros si entrenamos todos los días. Quizás la gran diferencia puede ser un poco de ritmo, las s cualidades americanas, con más habilidad, pero no lo veo muy lejano», reitera.
¿Su último arañazo«?
»El Gato«, que sonríe junto a su pequeño hijo cuando se le pregunta si este será »su último arañazo« antes de colgar las botas, agradece el respeto que tanto rivales como compañeros tienen con su figura en la cancha, e incluso de la hinchada rival, conscientes de que están compitiendo junto a una de las leyendas del fútbol chileno, autor de una de los goles más importantes de Sudamerica.
»Tengo compañeros muy respetuosos, muy amables, que me reconocen mi trayectoria y siempre me quieren escuchar y preguntar cosas y siempre estoy a disposición de de ellos. También tenemos un cuerpo técnico que también es de la misma forma. Mi llegada acá también se basaba en eso«, afirma.
»Te enriquece cuando tú vienes a trabajar a la par con tus compañeros, independiente que tú tengas una carrera mayor a los demás. Aquí estoy para aportar, para lo que necesiten, y eso me enriquece la vida personal y esperemos que no (estemos) cerca del último arañazo del gato. En el equipo trabajamos mucho para que pueda alargar un año más la carrera y tratar de dejar a Montijo lo más alto posible«, afirma.
Con el deseo de seguir vinculado al fútbol y al proyecto del Montijo una vez se desaté para siempre los botines, »el Gato« mira hacia atrás con satisfacción tras una carrera de mucho esfuerzo que considerada privilegiada.
»Comencé muy chico, siempre fui luchándola para para conseguir mis objetivos, y se fueron dando. Me quedo con el recuerdo de una carrera larga, y si bien los triunfos o las copas son valoradas, el mérito es el camino recorrido. La verdad que siempre fui de menos a más y eso la verdad que me llena de orgullo", concluyó.
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